En la más completa soledad, sin porras, sin militantes, sin acompañantes ni siquiera acarreados, Verónica Rodríguez, aún dirigente estatal del PAN, anunció que “pintará de azul el estado”, acompañada apenas por 8 personas que a decir de la ciudadanía, son unos completos desconocidos.
Con nueve personas en total y el fotógrafo que tomó las gráficas, Acción Nacional inició los festejos por el 83 aniversario del partido que atraviesa la peor crisis política de su historia en San Luis Potosí.
Las cuentas que Verónica Rodríguez, tiene para presentar como presidenta del panismo potosino son la renuncia de cuatro alcaldes: Villa de Reyes, Santa Maria del Río, Catorce y Matlapa; mientras que dos más tienen las maletas listas para abandonar las filas del blanquiazul: Matehuala y Matlapa.
Se le han ido también los presidentes de los comités municipales de las cuatro regiones y liderazgos de todos los municipios.
El panismo potosino está cautivo por la cerrazón, la falta de diálogo, la falta de acuerdos, la falta de compromisos y, sobre todo, el ego de una presidenta que prefiere ver hundido al partido que dejar el lugar para un perfil de mayor conciliación.
