SE BUSCA CASTIGAR LA CRUELDAD HACIA ANIMALES DE GRANJA EN HIDALGO

La asociación civil ‘Igualdad Animal‘ sacó a la luz en septiembre de este año unas imágenes donde se mostraban los tratos crueles cometidos por en el Rastro Municipal regional de Tizayuca, Hidalgo.

Se impulsarán reformas a disposiciones estatales para regular el sacrificio de animales de granja, por incumplimiento de las normas oficiales mexicanas en la materia.

A través de un comunicado, Igualdad Animal reportó que esta iniciativa es impulsada por la diputada Elvia Yanet Sierra Vite, integrante del Grupo Legislativo del Partido del Trabajo y en colaboración con grupos locales y asociaciones civiles, para reformar y adicionar disposiciones a la Ley de Protección y Trato Digno para los Animales y el Código Penal de Hidalgo.

“Es garantizar el bienestar de los animales que son aprovechados para la generación de diversos productos y subproductos, los denominados ‘animales de abasto’, visibilizando al grupo de animales más desprotegidos de nuestro marco regulatorio, como son los animales matados para consumo”, informó la organización.

Los principales puntos de esta iniciativa son:
-Establecer todo un capítulo de criterios de bienestar para establecer protección jurídica a los animales de granja desde su crianza hasta su muerte, tipificando como delito los actos de maltrato y la crueldad hacia ellos, considerando como un acto de crueldad cualquier acción que prolongue el sufrimiento animal.

  • Se castigará la crueldad animal en rastros, a quien incumpla con las Normas Oficiales Mexicanas aplicables al procedimiento previo y durante la matanza, siendo obligatorio inducir al animal a un estado de inconsciencia previo a su muerte.
  • Se prohíbe la matanza de animales en cualquier espacio, ya sea público o privado, sin que se cuente con el permiso de la autoridad correspondiente.

-Supervisión con videovigilancia en las unidades de matanza y rastros, con el objetivo de supervisar el cumplimiento de la ley y NOM en la materia.

La misma organización señaló que, “lamentablemente, estas conductas, que no son sanas ni naturales, son consecuencia de las condiciones en las que se encuentra: con carencias de estímulos ambientales para que se desarrollen o puedan expresar sus conductas naturales y, en consecuencia, se provocan estas conductas de violencia”.

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