AUTORIDADES PRESUMEN POSIBLES INFILTRADOS EL CSRL Y EL CJNG EN LAS BARRAS DE ATLAS Y QUERÉTARO

Después de los hechos violentos en el Estadio Corregidora de Querétaro que ensombrecieron la jornada 9 del fútbol mexicano, la mayoría se pregunta qué fue lo que detonó semejante nivel de crueldad y ensañamiento entre los integrantes de la barra de los Gallos Blancos de Querétaro, también conocidos como La Resistencia Albiazul.

Las autoridades manejan varias hipótesis. Una obedece a la añeja rivalidad entre ambos equipos; otra a la complicidad de directivos y personal de seguridad del estadio; y una más a la presunta influencia del crimen organizado tanto en las filas de La Resistencia como en la Barra 51 del Atlas.

La última posibilidad, que sería a la vez la de mayor peso para las autoridades, estaría respaldada por uno de los videos que fueron filmados el sábado durante la golpiza que ensombreció al estadio ubicado en la ciudad de Querétaro. Aquellas imágenes mostraron a tres hombres inconscientes -y en ropa interior-que yacían en uno de los pasillos del Estadio Corregidora. Alrededor de ellos había charcos de sangre y a uno de ellos se ve cómo lo siguieron pateando en el suelo a pesar de que ya se encontraba completamente indefenso.

“¡Qué se mueran todos!”, se escucha decir a un hombre en un momento del perturbador video de apenas 22 segundos de duración. Sin embargo, lo que llamó particularmente la atención de las autoridades fue la vestimenta de la persona que grababa, así como el tatuaje en su tobillo izquierdo y el tono agudo de su voz.

Los agentes de inteligencia criminal de Querétaro creen que se trata de un criminal huachicolero identificado como El Gordo que opera en el municipio de San Juan del Río. Esa misma pista los llevó a suponer que uno de los jefes del Gordo se encontraba entre los barristas del Querétaro que golpearon salvajemente a los fanáticos de Atlas.

Se trata del Beto o El Betito, un líder huachicolero vinculado al Cártel de Santa Rosa de Lima que habría llegado al estadio acompañado por un grupo de jóvenes que ya son investigados como probables ladrones de combustible disfrazados de fanáticos de los Gallos Blancos.

La Barra 51 del Atlas es una de las principales rivales de La Resistencia Albiazul de Querétaro, junto con las barras del Atlético San Luis y el León. Las mismas fanaticadas que se enfrentaron el sábado ya habían protagonizado una pelea campal el 29 de abril de 2007. La investigación también señala que en las filas de la barra tapatía también había presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), ligadas Salvador Reséndiz Hernández alias el Rex, líder del grupo criminal Los Hades —a fin al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG)— y principal generador de violencia en el estado de Querétaro.

Asimismo, Balderas mencionó que el hecho de que las víctimas fueran despojadas de sus carteras y luego abandonadas semidesnudas en los pasillos del estadio es un modus operandi típico de los integrantes del crimen organizado, quienes no sólo buscarían maximizar la humillación del rival, sino entorpecer el trabajo de las autoridades para conocer la identidad de las personas asesinadas o moribundas.

Otro hecho que llama la atención en la Fiscalía General del Estado de Querétaro es la actuación atípica de los agresores, quienes habrían actuado coordinadamente atacando por varios frentes contra el enemigo, como si se tratara de una típica emboscada entre bandas de narcotraficantes.

También llamó especial atención el hecho de que muchos integrantes de la barra del Querétaro posaran con las playeras manchadas de sangre de sus rivales como si se trataran de trofeos:
“Esas fotos no son casualidad. Son trofeos y son señales de lucha. Se cuelgan en redes sociales para que el líder del grupo criminal las vea y sepa quiénes son leales a sus luchas. Es la misma lógica de los sicarios que se toman fotos y videos para su Instagram posando felices.

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