A raíz del impacto que dejo el huracán Ida, que tocó tierra el domingo con vientos de hasta 240 km/h, dejó serias afectaciones a las líneas eléctricas de Luisiana.
Al haber alcanzado la categoría 4, Ida llegó a considerarse «potencialmente mortal».
Fue el quinto huracán más poderoso que haya golpeado a Estados Unidos.
El servicio eléctrico está interrumpido afectando a más de un millón de residentes del estado del sur de Estados Unidos, y las autoridades temen que no pueda ser restablecido en días.
En tanto, unos 5 mil miembros de la Guardia Nacional fueron desplegados para ayudar a la población en labores de búsqueda y el rescate de posibles víctimas, sin embargo las autoridades dicen que es probable que el número de víctimas aumente a medida que continúan los esfuerzos de localización.
El presidente Joe Biden emitió una declaratoria de «desastre mayor» para el estado, liberando fondos adicionales para los esfuerzos de rescate y recuperación.
Entergy, la compañía eléctrica más grande de Luisiana, advirtió que restaurar el servicio tomaría días, y probablemente semanas en las áreas más afectadas, por lo que más de un millón de hogares estarán sin electricidad en todo el estado durante un tiempo indefinido.
Sin duda alguna un impacto el cual dejara de nueva cuenta acciones preventivas para estos siniestros y las recomendaciones de no bajar la guardia ante la pandemia que aunado a esto la recuperación será aún, más paulatina.
