La ayuda internacional fluye lentamente para asistir a los sobrevivientes del sismo.
Por AP. Les Cayes, Haití., 19 Agosto 2021.- La presión crecía para que haya una respuesta coordinada luego del terremoto que sacudió Haití, en un momento en que se siguen recuperando cuerpos entre los escombros y los heridos siguen arribando desde zonas remotas en busca de atención médica. La ayuda llegaba lentamente para asistir a los miles de haitianos sin hogar.
El terremoto de 7,2 grados registrado el sábado sigue cobrando víctimas mortales, cerca de 2.000, además de causar 10.000 heridos, aunque se espera que el balance continúe en aumento.
Multitudes enojadas se congregaban en edificios desplomados, exigiendo carpas para montar refugios temporales, los cuales son sumamente necesarios ahora luego de que la tormenta tropical Grace provocó fuertes lluvias el lunes y martes, agravando la miseria en la nación caribeña.
Una de las primeras entregas de comida por parte de las autoridades locales —un par de decenas de cajas de arroz y paquetes de alimentos previamente medidos y empaquetados— llegó a un campamento instalado en una de las zonas más pobres de Les Cayes, donde la mayoría de las viviendas de un piso, hechas con bloques de hormigón y techos de hojalata, resultaron dañadas o fueron destruidas por el sismo de magnitud 7.2 que sacudió al país el sábado.
Pero el cargamento fue insuficiente para los cientos de personas que llevan cinco días viviendo en tiendas de campaña y carpas.
La ayuda internacional estaba llegando a la nación, pero lentamente. Las tripulaciones de los helicópteros de la Guardia Costera de Estados Unidos se concentraban en la labor más apremiante: transportar a las decenas de heridos a instalaciones médicas menos abrumadas.
Asimismo, los voluntarios encontraron el cuerpo de un hombre entre los escombros de un edificio de apartamentos que se desplomó en Les Cayes, donde el hedor de los muertos flotaba en el calor tropical.
Las autoridades dijeron que el terremoto destruyó más de 7.000 viviendas y dañó aproximadamente 5.000, dejando a unas 30.000 familias sin hogar. Los hospitales, las escuelas, oficinas e iglesias también quedaron destrozadas o sumamente dañadas.
