Al noroeste de Europa, se reportan fuertes vientos que superaron récords en el sur de Inglaterra con más de 195 kilómetros por hora, menos de 48 horas después de la tormenta Dudley, dejando al menos a cinco muertos en el continente.
También se reportó que cuatro personas murieron en Holanda, según los servicios de emergencia, por caídas de árboles o en accidentes al paso de la tormenta, que llevó a las autoridades a elevar su nivel de alerta al máximo.
En Londres, una mujer de unos 30 años falleció por la caída de un árbol sobre su auto, y un hombre de unos 50 años murió al norte de Liverpool, cuando su vehículo fue impactado por escombros, según la policía británica.
El servicio meteorológico británico había puesto la víspera en alerta roja, el nivel más alto, al suroeste de Inglaterra y al sur de Gales, pero este viernes por la mañana, se emitió una inhabitual segunda alerta máxima, esta vez para el sureste del país, que por primera vez afecta a Londres desde que en 2011 empezó a utilizarse este sistema.
Tras azotar el Reino Unido, la tormenta se dirigió hacia Dinamarca, donde el puente de Storebaelt, uno de los más largos del mundo, era probable que permaneciera cerrado la mayor parte de la noche, advirtió su operador.
Con olas de cuatro metros en la costa Atlántica, Francia puso a cinco departamentos en alerta naranja y su operador ferroviario anunció interrupciones en sus líneas regionales.
En Holanda, cientos de vuelos fueron cancelados, según medios locales, y los trenes debían permanecer parados; estima que es probable que las precipitaciones relacionadas con las tormentas aumenten, pero que la intensidad de las mismas, incluida la velocidad del viento, se mantenga más o menos igual.
