La santa sede, posee una riqueza que puede acabar con pobreza en todo el mundo, sin embargo Iglesia Católica no solicitó ayuda.
El banco de Vaticano es el segundo mas poderoso con mayor riqueza en el mundo depues de los Estados Unidos, fuentes revelan que en el 2020, poseía una cantidad de 8.000 millones de dolares sin contar los inmuebles que tiene a nivel mundial, ni las acciones que tiene con empresas como General Motors IBM y Disney, esta cifra se estima que podria acabar con la pobreza a nivel mundial, la religión catolica en el estado reportó perdidas al 100 por ciento por el confinamiento por la pandemia, sin embargo el banco del Vaticano no destinó ningun recurso para ayudar con la crisis a la sociedad.
Juan Jesús Priego Rivera, dijo que el Banco Vaticano, no aportó ningún ayuda a las parroquias para ayudar a los pobres, argumentó que el Vaticano también registró crisis económica por la pandemia, pero no se necesitó pedir ayuda externa, indicó que sólo pide ayuda al Vaticano en casos muy especiales y dijo «mientras podamos no vamos a molestar a nadie», expresó el clérigo.
Reiteró, que las entradas a los templos religiosos disminuyeron sus aforos y por ende sus recaudaciones económicas se vieron afectadas en los ingresos, afectando seriamente, porque todos los templos pagan servicios como luz, agua, nómina del personal de limpieza y sacristanes, sin embargó aclaró que ante la crisis económica no se despidió a nadie.
Mencionó, que la iglesia católica sigue ayudando a nivel local, ya que actualmente promueven una campaña de recaudación de medicamentos de los pacientes que lograron sobrevivir al covid y todos aquellos tengan medicina de sobra para diferentes enfermedades, esto porque se registró a través de varias personas reportaron que tienen dos meses sin medicamentos en los diferentes hospitales públicos, la gente que a si lo desee puede donar los medicamentos a Caritas San Luis Potosí, ubicado en Álvaro Obregón 626 Centro Histórico y en el Arzobispado de San Luis Potosí, ubicado en Madero 300 Col. Centro.
