El Pentágono reportó ayer que un segundo globo “de vigilancia” chino sobrevuela América Latina, horas después de que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, pospusiera una visita a Pekín tras la detección de un primer globo espía en el espacio aéreo de Estados Unidos.
La decisión de Blinken fue tomada a pesar de que las autoridades chinas “lamentaron” la intrusión, según ellas “involuntaria”. Blinken se lo comunicó personalmente a un alto cargo chino.
“Se trata de un acto irresponsable y una clara violación de la soberanía estadunidense y el derecho internacional que socava el propósito del viaje”, le dijo, según un comunicado del portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Al inicio, el gobierno chino pidió que no se exagera el asunto pero el viernes acabó reconociendo que efectivamente se trata de un aparato procedente de China. La cancillería china aseveró en un comunicado que “se trata de una aeronave civil utilizada para fines científicos, principalmente meteorológicos” y “procedente de China”.
