La república Islámica de Irán plantea directamente la prohibición de tener a los perros y gatos como mascotas, ya que se les considera como “impuros y peligrosos“.
Esto entra en el proyecto de la “Ley de Protección Pública contra los Animales Peligrosos y Nocivos“ que propone “la prohibición de la importación, reproducción, crianza, venta o transporte de animales peligrosos y sucios, además de su presencia en espacios públicos“.
Además de los animales ya mencionados, también se incluyen las tortugas, serpientes, camaleones, conejos, ratas y monos. Si esta ley se aprobará, las acciones ya mencionadas podrían multar cantidades entre 10 y 30 veces el salario mínimo del país y la cosificación de los animales.
Los 75 parlamentarios de un total de 295 del hemiciclo, que han presentado la legislación argumentan que los animales propagan enfermedades, “crean impurezas”, causan “daños psicológicos”, “estrés” y “dañan el espíritu de las personas”, entre otras cuestiones.
La respuesta a la legislación propuesta oscila entre la aprobación de los más conservadores al enfado de los menos religiosos o la ironía.
