El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, atribuyó la filtración de datos de periodistas a un hackeo en la base de datos del gobierno. Mencionó que la acción buscaba crear la percepción de que su administración persigue, censura o actúa como dictadura. López Obrador destacó la posible falla de seguridad o la habilidad de los hackers, acusando a sus «adversarios» de tener recursos financieros para contratar especialistas. Ante el incidente, anunció que se investigará a fondo y se presentará un informe al Instituto Nacional de Transparencia.
El INAI emitió un pronunciamiento en el que advierte que, en caso de que la Presidencia no informe sobre la filtración de datos personales, se iniciará una investigación de oficio que podría durar hasta 50 días hábiles. El organismo destacó la necesidad de tomar medidas para garantizar la seguridad de los datos personales. A pesar de la situación, durante la conferencia, el presidente López Obrador bromeó sobre la reacción de los periodistas y aseguró que se tomarán acciones legales «contra quien resulte responsable».
