Al hablar del término aprendizaje nos referimos a la modificación en la conducta que se produce debido al conocimiento que se va adquiriendo con el paso del tiempo, involucrando el desarrollo habilidades, destrezas y habilidades. La escuela es el lugar en donde el niño adquiere la mayor parte de conocimientos relacionados con los campos de formación académica.
No obstante, la formación integral de los niños radica desde casa fomentando principios, valores, modales, conductas y actitudes para relacionarse con otros, es decir el entorno familia es la base para la continuación de los aprendizajes escolares.
En un análisis realizado en el JARDÍN DE NIÑOS “RAFAEL RAMÍREZ” ubicado en la capital de San Luis potosí se detectó que un 75% de padres de familia dejan a sus hijos solos la mayor parte de la tarde por la necesidad de cumplir con las necesidades básicas de sus hijos, y un 10% al cuidado de algún otro miembro de su familia sea mayor o menor de edad por la misma situación.
El permanecer la mayor parte del tiempo solos después del horario escolar afecta directamente en la autoestima del niño generando estrés, falta de autonomía, inseguridad emocional, ansiedad, depresión y déficit en las competencias sociales, reflejándolo directamente en las actividades escolares. Por tal motivo como docente he detectado que la participación de los padres en actividades escolares como son proyectos escolares, mañanas de trabajo, tareas en casa, investigaciones fomentan principalmente el aprendizaje socioemocional, creación de habilidades y al desarrollo saludable de los niños, fortaleciendo la confianza y las habilidades de comunicación entre padres e hijos.
“EL FOMENTAR LA PARTICIPACIÓN DE LAS FAMILIAS EN LA VIDA ESCOLAR DESARROLLA UN AMOR POR EL APRENDIZAJE QUE AMPLIANDO LA BASE DE CONOCIMIENTO Y SENTIDO DE ASOMBRO”
