Mientras Rusia ataca a Ucrania, las autoridades de Moscú intensifican una campaña de censura en su país presionando a algunas de las mayores empresas tecnológicas del mundo.
La semana pasada, las autoridades rusas advirtieron a Google, Meta, Apple, Twitter y TikTok, entre otras, que tenían hasta finales de este mes para cumplir con una nueva ley que les obliga a crear entidades legales en el país. La llamada ley de aterrizaje hace que las empresas y sus empleados sean más vulnerables al sistema legal de Rusia y a las exigencias de los censores del gobierno, dijeron expertos legales y grupos de la sociedad civil.
Las medidas forman parte de una campaña de presión rusa contra las empresas tecnológicas extranjeras. Con la perspectiva de multas, detenciones y el bloqueo o la ralentización de los servicios de Internet, las autoridades están presionando a las empresas para que censuren el material desfavorable en línea, mientras mantienen los medios de comunicación pro-Kremlin sin filtrar.
Apple, TikTok y Spotify han cumplido con la ley de aterrizaje, según el regulador ruso de Internet, Roskomnadzor, y Google ha tomado medidas para hacerlo también. Twitch y Telegram no lo han hecho. Meta, la matriz de Facebook, y Twitter han cumplido con algunas partes de la ley, pero no con otras.
La situación pone a las empresas tecnológicas en un aprieto, atrapadas entre su apoyo público a la libertad de expresión y la privacidad y su trabajo en países con líderes autoritarios. Esto les ha obligado a sopesar la conveniencia de que sus servicios estén disponibles en Rusia o de abandonarla.
Cada vez más, las empresas se enfrentan a la presión de funcionarios ucranianos y legisladores estadounidenses para que limiten su participación en Rusia. El viceprimer ministro ucraniano dijo el viernes que había pedido a Apple que bloqueara su App Store a los rusos. El senador Mark Warner, demócrata de Virginia, envió una carta a Meta, Reddit, Telegram y otros, instándoles a no dejar que las entidades rusas utilicen sus plataformas para sembrar la confusión sobre la guerra.
Este tipo de demandas están surgiendo en todo el mundo. Los problemas de censura que antes quedaban aislados en China, que alberga la que quizá sea la Internet más restrictiva del mundo, se han extendido a Rusia, Turquía, Bielorrusia, Myanmar y otros países, a medida que algunos de ellos intentan construir una web más controlada.
Para Rusia, censurar Internet no es fácil. Mientras que China ha construido una serie de filtros conocidos como el Gran Cortafuegos en torno a su Internet, la Internet rusa es más abierta, y las plataformas tecnológicas estadounidenses se utilizan ampliamente en el país. Para cambiar esto, el gobierno ruso ha creado nuevos métodos técnicos para bloquear contenidos, que utilizó el año pasado para limitar el acceso a Twitter.
Ahora se espera que Rusia aumente la presión sobre las empresas tecnológicas, ya que las autoridades intentan controlar la información que se difunde sobre la guerra en Ucrania. Los rusos han utilizado Facebook, Instagram y otras redes sociales extranjeras para criticar el conflicto, lo que hace temer que se tomen medidas drásticas contra las plataformas.
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