En mayo, Donald Trump se convirtió en el primer expresidente de EE.UU. en ser condenado por un delito grave cuando un jurado de Manhattan lo declaró culpable de 34 cargos de falsificación de registros comerciales en su juicio penal por el pago de dinero por silencio.
Ahora, la Fiscalía del Distrito de Manhattan está abierta a retrasar la sentencia de Trump, inicialmente prevista para el 11 de julio, tras un fallo de la Corte Suprema que destaca la inmunidad presidencial. Si el juez Juan Merchan acepta aplazar la sentencia, Trump podría evitar cualquier castigo concreto antes de la Convención Nacional Republicana a finales de este mes. Si Merchan rechaza la petición, cualquier sentencia futura se acercaría aún más a las elecciones de noviembre.
El equipo legal de Trump ha presentado una carta para impugnar la condena, argumentando que el fallo de la Corte Suprema confirma su postura de que no se deberían haber permitido pruebas sobre los «actos oficiales» de Trump en el juicio.
Will Scharf, abogado de Trump, declaró que el fallo del alto tribunal afecta «absolutamente» al caso del dinero por silencio. La Corte Suprema sostuvo que los presidentes gozan de inmunidad absoluta para los actos dentro de sus responsabilidades oficiales, y esta evidencia no debería haberse presentado ante el jurado.
Los abogados de Trump añadieron que los veredictos en este caso violan la doctrina de inmunidad presidencial y crean graves riesgos de «un Poder Ejecutivo que se canibaliza a sí mismo».
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