La cadena estadounidense Starbucks, que había cerrado temporalmente sus 130 cafés en Rusia tras la invasión de Ucrania, la empresa decidió dejar definitivamente el país, siguiendo así la senda que encabezan otras multinacionales como McDonald ‘s.
La firma estadounidense que operaba en Rusia por intermedio de un socio licenciado, continuará pagando el salario de los 2 mil empleados que trabajan en sus tiendas durante seis meses, indicó la empresa en un mensaje en su web.
Varios países occidentales impusieron sanciones sin precedentes contra Moscú, lo que desató un éxodo de empresas extranjeras como H & M e Ikea.
Las autoridades rusas dijeron que estaban dispuestas a nacionalizar activos extranjeros, como ya ha ocurrido con Renault, y algunos funcionarios aseguraron a los ciudadanos que van a tener alternativas nacionales ante la huida de marcas extranjeras.
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