En un ataque devastador, dos misiles balísticos rusos impactaron en un centro educativo y un hospital cercano en Poltava, una ciudad del centro-este de Ucrania, resultando en al menos 41 muertos y 180 heridos. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, confirmó los detalles del ataque, que tuvo lugar en la capital de la región de Poltava, una ubicación estratégica entre Kiev y Járkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania.
Zelenski informó que el ataque dañó seriamente el Instituto Militar de Comunicaciones de Poltava, con personas atrapadas bajo los escombros. Los equipos de rescate lograron salvar a 25 personas, incluidas 11 que fueron rescatadas de entre los escombros. En respuesta a lo sucedido, Zelenski ordenó una investigación exhaustiva.
El Ministerio de Defensa ucraniano condenó el ataque, calificándolo de “bárbaro”, y señaló que se produjo poco después de que sonaran las sirenas de alerta antiaérea, momento en que muchos se dirigían a refugios para protegerse. Este ataque es uno de los más mortíferos desde el inicio de la guerra hace más de 900 días, dejando a la comunidad internacional alarmada por la creciente intensidad del conflicto.
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