Mario Marín, exgobernador de Puebla, ha sido liberado este miércoles de la cárcel del Altiplano tras tres años y medio de reclusión. La Guardia Nacional lo trasladó a su domicilio en Puebla, donde seguirá el proceso judicial por tortura a la periodista Lydia Cacho bajo arresto domiciliario.
CAMBIO DE MEDIDA CAUTELAR: Una jueza de Quintana Roo concedió a Marín un amparo que permite su liberación bajo estrictas condiciones: uso de brazalete electrónico, prohibición de salir del Estado o del país, y la obligación de firmar regularmente en el juzgado. Marín también ha pagado una fianza de 100,000 pesos.
REACCIONES Y PREOCUPACIONES: Lydia Cacho y organizaciones como Artículo 19 han manifestado su preocupación por el riesgo de fuga del exgobernador, y Cacho ha responsabilizado a la jueza de cualquier daño que pueda sufrir ella o su equipo legal.
El presidente Andrés Manuel López Obrador criticó la decisión judicial, subrayando la necesidad de reformar el poder judicial. «Así es la ley, ni modo, tenemos que cumplirla», dijo el mandatario durante su conferencia matutina, mientras mostraba una imagen de Marín siendo trasladado en ambulancia.
Marín está acusado de ordenar la tortura y arresto ilegal de Cacho en 2005, tras la publicación de su libro «Los demonios del edén», donde la periodista expuso una red de explotación sexual infantil que involucraba a empresarios influyentes.
HISTORIA DE IMPUNIDAD: A pesar de las acusaciones, Marín permaneció impune durante más de una década. No fue hasta 2021 que fue detenido en Acapulco por la Fiscalía General de la República, luego de la presión internacional y de organismos como la ONU para que se hiciera justicia en el caso Lydia Cacho.
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