Este sábado pasado fue la final de la Champions en donde la copa se la llevó a casa el Real Madrid, derrotando al Liverpool con un marcador 1-0, pero eso no fue todo, ya que ocurrieron controversias fuera del estadio, provocando que se retrasara el partido.
Los incidentes del sábado pasado, obligaron a retrasar el inicio del partido en el Stade de France de París, por problemas de seguridad. Ya que se reportó que había «entre 30.000 y 40.000 personas» sin entradas o entradas falsificadas en los alrededores del estadio, ha asegurado Amélie Oudéa-Castéra, la nueva ministra de Deportes francesa.
Según la ministra, se concentró allí «más del 45% de exceso de personal” para un estadio con 80.000 asientos. Gérald Darmanin, ministro del Interior, denuncia «un fraude masivo, industrial, de entradas falsas».
La ministra explicó que a causa de las entradas falsificadas se bloquearon los accesos, lo que provocó una «concentración de gente en la explanada que generó mucha espera e intentos de forzar las puertas del estadio por parte de jóvenes de los barrios aledaños».
El Gobierno británico ha demostrado de su parte sentirse «profundamente decepcionado por el tratamiento de los seguidores del Liverpool en París». Y antes y después del partido, aficionados de ambos equipos han denunciado robos y disturbios protagonizados por grandes grupos locales en los alrededores del estadio.
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