Seis nuevas especies de ranas del tamaño de una uña han sido descubiertas en los bosques de México, y una de ellas se ganó la distinción de la rana más pequeña de México.
Las seis especies son más pequeñas que una moneda de un peso mexicano, alrededor de 15 mm de largo, cuando están completamente desarrolladas. Los machos adultos de la más pequeña de estas especies, llamada Craugastor candelariensis, crecen hasta solo 13 mm.
«Hasta ahora estas nuevas especies han pasado desapercibidas porque son pequeñas y marrones y se parecen mucho a otras ranas», dijo en un comunicado Tom Jameson, investigador del Departamento de Zoología y el Museo de Zoología de la Universidad de Cambridge, quien dirigió el estudio.
«Su estilo de vida es absolutamente fascinante», agrega Jameson. «Estas ranas viven en la hojarasca oscura y húmeda de los bosques, que es como un mundo secreto: realmente no sabemos nada sobre lo que sucede allí. No entendemos su comportamiento, cómo se socializan o cómo se reproducen».
Las especies recién descubiertas se conocen como ranas de «desarrollo directo»: en lugar de salir del cascarón y convertirse en renacuajos como la mayoría de las ranas, emergen de los huevos como ranas en miniatura perfectas. Y son tan pequeños que están justo en la parte inferior de la cadena alimenticia del bosque.
«Con millones de estas ranas viviendo en la hojarasca, creemos que es probable que desempeñen un papel muy importante en el ecosistema como fuente de alimento para todo lo demás, desde lagartijas hasta aves depredadoras», dice Jameson.
El descubrimiento, realizado por investigadores de la Universidad de Cambridge, el Museo de Historia Natural de Londres y la Universidad de Texas en Arlington, se publica este mes en la revista Herpetological Monographs. El estudio involucró la recopilación de casi 500 especímenes de ranas de museos de todo el mundo, que se habían recolectado en México, y el uso de nuevos métodos para categorizar las relaciones entre ellos.
Usando la secuenciación del ADN, el equipo clasificó a las ranas en grupos según la similitud de sus genes. Luego se utilizó la tomografía computarizada para crear modelos 3D de los esqueletos de las ranas, de modo que se pudieran comparar los detalles físicos.
Estas dos líneas de evidencia muy diferentes revelaron seis nuevas especies de ranas. Jameson está particularmente complacido con el nombre cueyatl, que significa ‘rana’ en el idioma indígena, el náhuatl, que se habla en el Valle de México, donde se encontró esta especie.
«Elegimos el nombre cueyatl para honrar la rica historia humana del Valle de México y la gente local que probablemente conoce a estas ranas desde mucho antes que nosotros», dice.
El equipo cree que la más pequeña de las seis nuevas especies es Craugastor candelariensis, que crece hasta solo 13 mm de largo. Encontraron algunos especímenes de Craugastor portilloensis que eran más pequeños, pero no podían estar seguros de que fueran adultos completamente desarrollados.
Pero cualquiera de estas especies que tenga el nuevo título de la rana más pequeña de México no se ha llevado el título mundial. Los machos adultos de Paedophryne amanuensis, una rana de Papúa Nueva Guinea, son aún más pequeños, ni siquiera alcanzan los 8 mm.
Seis nuevas especies de ranas del tamaño de una uña han sido descubiertas en los bosques de México, y una de ellas se ganó la distinción de la rana más pequeña de México. Las seis especies son más pequeñas que una moneda de un peso mexicano, alrededor de 15 mm de largo, cuando están completamente desarrolladas. Los machos adultos de la más pequeña de estas especies, llamada Craugastor candelariensis, crecen hasta solo 13 mm.
«Hasta ahora estas nuevas especies han pasado desapercibidas porque son pequeñas y marrones y se parecen mucho a otras ranas», dijo en un comunicado Tom Jameson, investigador del Departamento de Zoología y el Museo de Zoología de la Universidad de Cambridge, quien dirigió el estudio. «Su estilo de vida es absolutamente fascinante», agrega Jameson.
El descubrimiento, realizado por investigadores de la Universidad de Cambridge, el Museo de Historia Natural de Londres y la Universidad de Texas en Arlington, se publica este mes en la revista Herpetological Monographs. El estudio involucró la recopilación de casi 500 especímenes de ranas de museos de todo el mundo, que se habían recolectado en México, y el uso de nuevos métodos para categorizar las relaciones entre ellos.
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