Ucrania insistió este jueves pasado a los países occidentales de enviar “armas, armas, armas” después de que fuerzas rusas se retiraran de las afueras de Kiev para reagruparse de cara a una ofensiva en el este del país.
Dmytro Kuleba, ministro ucraniano de Exteriores, precisó en Bruselas a la OTAN que les proporcionarán más armas al devastado país para evitar nuevas atrocidades como las reportadas en los suburbios norteños de Kiev.
Las autoridades ucranianas trabajaban para identificar cientos de cuerpos que dijeron haber encontrado en Bucha y otras localidades después de que se marcharan las tropas rusas, y documentar lo que describieron como crímenes de guerras.
Algunos miembros de la OTAN temen ser el próximo blanco de Rusia y la alianza evita emprender acciones que puedan arrastrar a cualquiera de sus 30 miembros directamente a la guerra. No obstante, Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, apremió a los países miembros para que enviaran más armas a Ucrania, y no sólo armas defensivas.
Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell, ha asegurado que Ucrania necesita «menos aplausos y más armas» y ha apostado por avanzar hacia las sanciones a la energía.
Según Borrell, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, tiene «mucho apoyo, pero lo que realmente necesita es más armas, menos aplausos y más armas. Buenas palabras. Bien. Pero lo importante son las cuestiones prácticas, más recursos, más capacidad militar para resistir la agresión rusa».
Sé el primero en comentar