TRAS DESTRUCCIÓN AMBIENTAL POR EL TREN MAYA, ZONA “JAGUAR” EN TULUM FUE DECLARADA COMO ÁREA NATURAL PROTEGIDA

Lo que se venía anunciando desde inicios de año se hizo realidad la tarde del pasado miércoles al ser publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el decreto presidencial de Andrés Manuel López Obrador que declara como área natural protegida a la zona conocida como “Jaguar” en el municipio de Tulum del estado de Quintana Roo.

Cabe mencionar que dicha decisión no es un hecho aislado puesto que, desde días anteriores, el mandatario tabasqueño había anunciado su intención de emitir el decreto presidencial con la finalidad de crear el “Parque Nacional del Jaguar”, obra que sería consolidada en Tulum, sitio por donde también está contemplado que circule el polémico Tren Maya.

La zona conocida como “Jaguar” mide alrededor de 2 mil 250 hectáreas y fue decretada como área natural de protección de flora y fauna ya que se localiza en la Península de Yucatán, donde hay “una gran plataforma de rocas de tipo caliza, dolomita y yeso que dan origen al relieve kárstico de la región, mismo que favorece la filtración de agua hacia el subsuelo y propicia la generación de cavidades horizontales conocidas como dolinas formadoras de cenotes”.

Del mismo modo, en la zona del “Jaguar” se ubica parcialmente uno de los más extensos e importantes acuíferos kársticos del mundo en el que se han registrado por lo menos 2 mil kilómetros de pasajes subterráneos, destacándose el sistema Sac Actun y el sistema Ox Bel Ha, considerado como uno de los sistemas de cuevas submarinas más extensos , los cuales pertenecen al Gran Acuífero Maya.

Resulta pertinente recordar que la protección del Gran Acuífero Maya y del sistema de cuevas subterráneas ha sido uno de los argumentos principales retomados por activistas y especialistas para oponerse tajantemente a las obras del Tren Maya que amenazan con colpsar los sistemas y contaminar el agua de los ríos que los recorren.

La zona del “Jaguar” también alberga siete tipos de vegetación, entre los que destacan la selva y los manglares, mismos en donde habitan más de 982 especies de las cuales 17 son hongos, 400 plantas vasculares, 362 vertebrados y 203 invertebrados, de las cuales al menos nueve especies vegetales y ocho animales están incluidas en alguna de las categorías de protección conforme a la NOM-059-SEMARNAT.

Dichos precedentes fueron tomados en cuenta para que en el decreto publicado recientemente en el Diario Oficial de la Federación se señale que dentro de la zona núcleo del área de protección de flora y fauna “Jaguar”, pueden realizarse actividades de preservación y conservación de los ecosistemas y sus elementos; investigación y colecta científicas; monitoreo y educación ambiental; así como aprovechamiento no extractivo de la vida silvestres.

También será permitido el turismo de bajo impacto ambiental; restauración de ecosistemas y reintroducción o repoblación de vida silvestre, construcción de infraestructura para las acciones de investigación científica y monitoreo del ambiente.

El decreto prohíbe que en la zona núcleo del área de protección de flora y fauna se viertan o descarguen contaminantes, tales como el gilfosato, así co-desarrollar actividades contaminantes como interrumpir, rellenar, desecar o desviar flujos hidráulicos; realizar actividades cinegéticas, acuacultura o explotación y aprovechamiento de especies de flora y fauna silvestres y extracción de tierra de monte o cubierta vegetal.

Dentro de las prohibiciones también se contempla el introducir ejemplares o poblaciones exóticas invasoras o que se tornen perjudiciales para la vida silvestre así como organismos genéticamente modificados. Cambiar el uso de suelos, usar explosivos, acosar, molestar o dañar de cualquier forma a las especies de flora y fauna; alterar o destruir por cualquier medio o acción los sitios de alimentación, anidación, refugio o reproducción de la vida silvestre; realizar obras o actividades de exploración o explotación mineras; abrir bancos de material, extraer material pétreo o materiales para construcción; hacer uso del fuego o fogatas, y las demás que ordenen las leyes generales del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, de Vida Silvestre y otras disposiciones jurídicas que resulten aplicables.

A inicios de este 2022, el titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Román Meyer Falcón, dio parte a la ciudadanía de que uno de los objetivos es detener el crecimiento urbano desmedido, particularmente en la ciudad de Tulum y zonas aledañas para poder preservar el medio ambiente.

“Sedatu y Semarnat colaboran para convertir el parque en un espacio de sana convivencia con el medio ambiente y un referente internacional de conservación del patrimonio ecológico”, puntualizó el Secretario de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano en enero de este 2022.

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