La tasa de mortalidad del Covid-19 a nivel mundial, hasta ahora es de 2, 168 fallecidos por cada 100,000 infectados, 2,1% de la población mundial, entre el nacimiento y los 19 años de edad, no llega ni al 0,08%.
El virus en niños infectados menores de 9 años, los síntomas frecuentes son fiebre y la tos, mientras que a los de 9 y 19 años, son tos y dolor de cabeza.
De los niños y jóvenes que han sido contagiados, han destacado unas respuestas inflamatorias exageradas, aunque muy infrecuentes, aún así son muy graves, hasta un 80% requiere ingreso de cuidados intensivos, de todos ellos, menos del 1% fallece.
La falta de abastecimiento a nivel global, hace que la creación de la vacuna establezca los criterios de edad y las morbilidades asociadas, esto ultimo quiere decir para la descripción de dos o más enfermedades que ocurren en la misma persona.
Existe mucho consenso en hacer el corte de vacunación a los 12 años, no obstante hasta que existan los resultados de estudios multicéntricos que se se realizaran con las vacunas RNA en menores de 12 años.
El desequilibro de la vacunación a nivel mundial puede ser peligroso, mientras haya personas que no se han vacunado, tienen la capacidad de mutar y generar nuevas variantes del virus y causar nuevas pandemias, hoy en día, los países que puedan vacunar a los niños hoy en día, pueden padecer nuevas pandemias en un futuro.
Se ha demostrado que los “fuertes’’ a esta pandemia, han sido los niños; se menciona que deberían de ser los últimos en vacunarse, lo primordial es utilizar los recursos existentes para inmunizar de manera homogénea a la población mundial.
